Este artículo es una ampliación de uno que escribimos hace poco sobre tormentas y CPD y ahondamos más en el aspecto técnico de cómo prevenir un desastre que pueda dar al traste con nuestro negocio que tanto trabajo ha costado levantar.
La continuidad de negocio es esencial para cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector. En su esencia, se trata de garantizar que, en caso de un desastre o interrupción, la empresa pueda recuperarse y seguir operando de manera efectiva. Para lograr esto, dos conceptos clave son fundamentales: el Recovery Time Objective (RTO) y el Recovery Point Objective (RPO). Aunque esos términos son muy técnicos, básicamente se reducen a dos expresiones: «¿Cuánto tiempo voy a tardar en tener mis servicios funcionando?» y «¿Qué cantidad de información puedo perder?”
Aquí vamos a tratar de explicarlos de forma sencilla:
Recovery Time Objective (RTO)
El RTO es el tiempo que transcurre entre el inicio de la recuperación de sistemas y la restauración completa de la operatividad. En términos sencillos, responde a la pregunta de «¿Cuánto tiempo tomará volver a tener nuestros servicios en funcionamiento?». Por ejemplo, si necesitamos restaurar una copia de seguridad, el RTO sería el período entre la activación de sistemas y la recuperación de datos.
Recovery Point Objective (RPO)
El RPO, por otro lado, determina cuánta información se puede perder como máximo, medida en minutos u horas. Se relaciona con la pregunta de «¿Cuántos datos estamos dispuestos a perder si ocurre un fallo?». El RPO está vinculado a la frecuencia de las copias de seguridad: si se realiza una copia cada hora, el RPO será de una hora, lo que significa que podríamos perder hasta una hora de datos en caso de un problema.
Ejemplos
Supongamos que nuestra organización tiene 10 empleados. Vamos a poner dos supuestos:
Primer supuesto
Es una empresa muy analógica que trabaja con pedidos de clientes al método tradicional (correo electrónico, pedidos en papel, etc.).
Segundo supuesto
Es una empresa que vende online productos.
Importancia de estos conceptos
La importancia de estos conceptos radica en su capacidad para evaluar los riesgos y costes asociados, con la falta de una estrategia de continuidad de negocio adecuada. Su relevancia varía según el tipo de empresa. Por ejemplo, en empresas tradicionales con procesos manuales, como el primer supuesto, el RTO y el RPO pueden ser menos críticos. Aunque habrá una inversión de tiempo para volver a introducir todos datos, la información en papel brinda una capa de seguridad. Sin embargo, en el caso del segundo supuesto, donde una empresa vende en línea, la pérdida de pedidos entre copias de seguridad podría resultar en pérdida de ventas y clientes, haciendo que el RTO y el RPO sean cruciales.
La planificación de la continuidad de negocio es esencial en empresas de todos los tamaños. En grandes organizaciones, su importancia es aún más evidente, ya que las pérdidas potenciales pueden ser significativas y afectar la imagen ante colaboradores, clientes y proveedores.
Otros factores
Además de considerar RTO y RPO, es crucial tener en cuenta otros factores. La escalabilidad es esencial, ya que las necesidades de continuidad pueden cambiar con el crecimiento de la empresa. La documentación y las pruebas son fundamentales para garantizar que el plan funcione en la práctica, y la comunicación efectiva es esencial para que todos, en la organización, sepan cómo responder en caso de una interrupción.
En resumen, la continuidad de negocio es una inversión necesaria para proteger una empresa contra interrupciones costosas. Los conceptos de RTO y RPO son herramientas valiosas, pero también es crucial considerar otros aspectos, como el tipo de negocio, los costos y la escalabilidad. Un plan bien diseñado y probado puede ayudar a garantizar que una empresa pueda recuperarse de desastres y continuar operando sin interrupciones prolongadas.
Puntos adicional a considerar
Cabe destacar la importancia de la continuidad de negocio y en cómo los conceptos de RTO y RPO son fundamentales para evaluar y planificar adecuadamente la estrategia de continuidad. Aquí hay algunos puntos adicionales a considerar:
Tipos de Empresas
El impacto de la pérdida de tiempo y datos varía según el tipo de negocio. Las empresas en línea y las que dependen en gran medida de la tecnología tienen un RTO y RPO mucho más crítico, ya que una interrupción podría resultar en la pérdida de ventas y clientes. Las empresas más tradicionales pueden tolerar cierto tiempo de inactividad y pérdida de datos sin consecuencias tan graves.
Costes
El coste de implementar un plan de continuidad de negocio puede parecer un gasto adicional, pero es una inversión en la protección de tu empresa. Como hemos mencionado, las pérdidas potenciales por no tener un plan adecuado pueden ser mucho mayores que el coste de implementar medidas de continuidad.
Escalabilidad
A medida que una empresa crece, sus necesidades de continuidad de negocio pueden cambiar. Por lo tanto, es importante revisar y actualizar regularmente el plan para asegurarse de que siga siendo efectivo en función de la evolución de la empresa y de las tecnologías disponibles.
Documentación y Pruebas
Un plan de continuidad de negocio no es efectivo si no está bien documentado y probado. Debe estar claro quién es responsable de qué tareas en caso de un desastre, y se deben realizar pruebas regulares para asegurarse de que el plan funcione como se espera.
Comunicación
No solo es importante tener un plan de continuidad, sino también comunicarlo adecuadamente a todo el personal. Todos deben saber cómo responder en caso de un incidente para minimizar el caos y el tiempo de inactividad.
Recuperación en Capas
En muchos casos, la recuperación de datos y sistemas se realiza en capas. Esto significa que los sistemas críticos se restauran primero, y luego los menos críticos. Esto permite que la empresa vuelva a funcionar rápidamente, incluso si no todo está disponible de inmediato.
En este vídeo os contamos como montar un sistema DRS con Proxmox VE y Proxmox Backup
Deja una respuesta