La energía y los Centros de Datos

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Eduardo Taboada
20 de noviembre de 2023

En el mundo actual, hay numerosos “gurús” haciendo alarmismo acerca del consumo desmesurado de los centros de datos. Que si son ‘devoradores de energía’, que si ‘el mundo se acaba por culpa de los centros de datos’ y un largo etcétera.

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Pues bien: es cierto. Los centros de datos consumen mucha energía, pero si echamos cuentas, al final son mucho más eficientes que otras alternativas.

Solo hay que pensar usando un símil automovilístico, ahora que está tan de moda el tema del coche eléctrico. Vamos con la siguiente reflexión: “¿Qué consume más, 50 coches eléctricos desplazando a una persona desde el punto ‘A’ al punto ‘B’, o un autobús eléctrico realizando el mismo trayecto?«

La respuesta es clara: 50 coches son más contaminantes, independientemente de la fuente de energía que se utiliza para realizar la carga (ya que hay otros factores como la fabricación o la construcción de las baterías, entre otros, que son mucho más agresivos para el medio ambiente al emplear electricidad en estos procesos).

En nuestro sector pasa exactamente lo mismo, hace ya algunos años, los servidores eran máquinas que ejecutaban un sistema operativo, y para cada servicio había un servidor.

Hoy en día, gracias a la virtualización, hemos conseguido “meter” en un solo servidor (eso sí, un poco más potente pero a nivel de consumo con pocas diferencias) 30, 40 o más servicios (servidores) que antes se ejecutaban cada uno en un hardware independiente.

Eso, siguiendo el símil del autobús, significa que obtenemos unos ahorros muy importantes de electricidad, refrigeración, metros cuadrados de edificios (hay que contar que la construcción y la fabricación de hormigón, también contribuyen a la huella de CO2) por lo tanto se consigue mucha más eficiencia, y por lo tanto se disminuye la huella de carbono al disponer esos servidores en un centro de datos en lugar de los que llamamos jocosamente “cuartos de las escobas”.

Otro factor que argumentan los ‘agoreros’ que se oponen a la tecnología y a los centros de datos es por su consumo respecto al tema de la inteligencia artificial.

Esto también es cierto, hay que darles la razón, la inteligencia artificial es un ávido consumidor de electricidad, pero ahora viene mi pregunta: «¿Queremos avanzar o estancarnos?».

A mucha gente la inteligencia artificial le provoca sensaciones de temor, pero pensemos que desde que se inventó la máquina de vapor, la humanidad ha estado permanentemente alarmada ante los avances, y este es uno más.

Recordemos simplemente cómo se trabajaba en los años 50 o 60 del siglo pasado, todos los procesos se realizaban de forma manual, la fabricación era también manual y un largo etcétera en el que tampoco entraremos.

Hoy en día, buena parte de los procesos, se realizan de forma automatizada mediante software que se encarga de tareas tan triviales para muchos pero que, volver al papel y la máquina de escribir, se vuelven impensables por el retraso que supondría en muchos procesos que realizamos diariamente. Solamente cabe recordar el avance tan significativo en campos como la genética y en la decodificación del genoma en relación con la capacidad de proceso de los sistemas informáticos.

Por otro lado, los robots se han encargado de aligerar las tareas repetitivas y fatigosas para los humanos.

La IA es un hito más en este avance, que nos permitirá delegar tareas que llevan mucho tiempo en un sistema que resolverá estos problemas en mucho menos tiempo.

Ese tiempo serán horas de proceso en ordenadores, o bien horas de luz en nuestro puesto de trabajo, o mil factores más que al final redundarán al igual que otros avances en una optimización de la huella de carbono que vamos dejando.

Está claro que consumen mucho los sistemas de IA, pero si contamos las horas que vamos a estar consumiendo recursos naturales durante horas o días, para llegar al mismo resultado que una IA nos da en segundos, volveremos al ejemplo del autobús pero magnificado.

Al final lo único que debemos tener en cuenta, como si la naturaleza fuera una empresa, es el coste/beneficio.

Es decir, si consume más recursos pero eso, a la larga, significa un ahorro de estos, no veo por ningún lado el problema.

¿Cuánta energía consume la IA generativa?

El ingeniero jefe de inteligencia artificial generativa de Meta, Sergey Edunov, tiene una respuesta sorprendente: «solo hacen falta dos reactores nucleares para cubrir la demanda«.

Así que no nos alarmemos porque un centro de datos consuma, ya que en la actualidad eso nos ahorra recursos naturales, y seguro que, con el auge de las Inteligencias Artificiales, esto seguirá siendo así.

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