Gestión de red: ¿Por qué es tan importante?

Para muchas empresas y entidades, la gestión de red consiste simplemente en enchufar los servidores. La red es una especie de nube de la nube, de la cual poco se ocupa nadie, más allá de configurarla en los equipos finales.

¿En qué consiste la gestión de red?

Una red que da servicios de cierto calado, como por ejemplo, la de una empresa que alberga cierta cantidad de servidores (llámense cloud o no), puede ser una base firme sobre la que construir un servicio fiable y rápido. O puede ser una fuente inagotable de problemas que nadie sabe diagnosticar, y mucho menos resolver.

Parafraseando un viejo dicho motero, hay tres tipos de redes: las que se han caído, las que se caerán y las que en este momento están preparándole un día interesante a sus operadores y usuarios.

La gestión de red no es ni más ni menos que un servicio de acompañamiento, en que personas con gran experiencia gestionando redes complejas (casi la mitad de las que salen aquí) diagnostican los problemas actuales y previsibles de la red que, con buen criterio, nos han pedido asistencia; instalan servicios modernos de gestión, alertas y monitorización para mejorar el conocimiento sobre lo que está sucediendo; y recomiendan los siguientes pasos para continuar garantizando estabilidad, capacidad y (no poco importante) tranquilidad.

Tipos de gestión de red

Por nuestra evolución profesional, una buena parte de las redes que ayudamos a gestionar son sistemas autónomos de empresas de hosting. Esto nos convierte en proveedores de empresas con las que competimos en algunos servicios, lo cual no ha impedido que Tecnocrática sea conocida en el sector por este servicio durante más de una década. ¿Qué podemos decir? La Internet siempre ha estado en parte basada en el pragmatismo («si funciona, funciona»).

A veces, se nos requiere para hacer servicios algo más puntuales, como auditorías de estado; o acompañamientos más limitados, como manos remotas inteligentes. Cada caso es distinto, y adaptarnos es parte del oficio.

¿Qué síntomas pueden existir antes de que tu red falle?

Casi siempre, una red que no puede ni con su alma comienza a dar avisos, que suelen recordarse a toro pasado, asintiendo con la cabeza y con cara de gravedad tras una temporada en que parece que cada día pasa algo raro más molesto que lo que pasó el anterior.

Es de esperar que falle espectacularmente una red que tenga una o más de estas características:

• No se gestiona más allá de cambiar los equipos que se rompen.
• Ninguno de los administradores está especializado en redes, al menos parcialmente.
• Aparecen problemas de rendimiento para los cuales no se encuentra ningún motivo en los equipos finales.

¿Por qué es tan importante la gestión de tu red?

De lo expuesto, se deduce en seguida que la red es una parte crítica para la misión de la informática, lo cual en nuestros días es lo mismo que decir que es una parte crítica del negocio u objetivo de la entidad.

Muchas redes no se gestionan suficientemente.

En organizaciones que han crecido con cierta velocidad, es frecuente encontrar que la red se considere meramente como algo en lo que se enchufan los servidores, los puestos de trabajo (si los hay) y los routers, y que se configura en los equipos finales. Este enfoque es ciertamente adecuado para una red casera o de micropyme, pero hace aguas rápidamente en sistemas más grandes.

También se encuentran casos en que una red ha ido creciendo a base de comprar buenos equipos, empleando el asesoramiento (interesado, pero asesoramiento) suministrado por los proveedores de esos mismos equipos. Estas redes suelen agradecer mucho un poco de atención, porque suelen fallar solamente por falta de gestión de unos equipos que pueden ser más que suficientes y adecuados.

Otro caso habitual es encontrar que, debido a la ausencia de especialistas en redes, no se está empleando un criterio apropiado para elegir y comprar equipos y se está usando el criterio universal de último recurso, que es comprar lo más barato que resuelve el problema inmediato. Con los resultados que son de esperar.

A veces encontramos redes con buenos equipos pero una arquitectura completamente distinta a la que necesita la empresa que explota la red. Redes con puntos únicos de fallo debidos a un excesivo protagonismo de equipos de seguridad, o redes con falta de separación entre segmentos con funcionalidades claramente distintas.

Se podría seguir enumerando, pero la casuística es casi tan variada como las empresas, y en general se encuentra un problema común: salvo en empresas bastante grandes, no hay posible justificación para mantener en plantilla un equipo especializado en redes, lo cual deja el diseño y mantenimiento de la red a merced de factores espúreos.

Ventajas de que nosotros te ayudemos a gestionar tu red

Hay pocos tipos de red que sometan a sus administradores a mayores niveles de exigencia que las de los centros de datos en general, y las dedicadas a albergar servicios de Internet (cloud, servidores, hosting y derivados) en particular.

El contratar a un equipo de personas bregado en mil batallas en este entorno es la mejor garantía de recibir el cuidado que se necesita. Ningún powerpoint puede competir con personas que ven como lo más normal del mundo hacer cambios en caliente en una red a la que en ese momento hay conectadas algunos cientos de miles de personas, y que nadie lo note. En general, uno intenta emplear los mejores criterios para contratar lo más crítico para su negocio. Estos no son, principalmente, el proveedor más barato, o el que mejores comerciales tiene. Principalmente, lo más importante es encontrar al que mejores profesionales tiene.

Un poco de acompañamiento en este sentido es un servicio que aumenta la fiabilidad, el rendimiento y la resistencia a fallos de la red, y con ella, de toda la empresa o entidad. La red pasa de ser una nube negra a ser otra gran pieza bien conocida, bien gestionada y confiable de los activos. Una red bien llevada aumenta mucho la seguridad informática, igual que una red insuficientemente gestionada es una fuente de problemas de seguridad. Este es uno de esos casos en que el mundo tiende a tener poca escala de grises: no hay mucho que se pueda decir como ventajas de no gestionar correctamente la red.